Un embarazo puede ser una sorpresa y no necesariamente una buena noticia.
Una puede necesitar tiempo para integrarla y asumir los cambios en su cuerpo y en su vida. Desgraciadamente, nuestra sociedad mitifica tanto la maternidad que una mujer no debe ni puede sentirse triste con la idea de ser madre.
Obviamente, no estar feliz de estar embarazada no tiene absolutamente nada que ver con el amor que sentimos hacia nuestros hijos.
Samanta nos cuenta con mucha honestidad como la tan temida maternidad acabó por ser una experiencia vital extraordinaria.
Muchas gracias Samanta por tu valentía, por decir en alto lo que muchas mujeres viven en silencio…